La Budleja Davidii, comúnmente llamada "arbusto de las mariposas" por su enorme capacidad de atraer estos insectos, es un arbusto ornamental de bellísimas flores que al mismo tiempo tienen uso medicinal.
Es originaria del noroeste de China y Japón.
Prefiere el clima mediterráneo y templado y una exposición a pleno sol. Florece a fines de primavera y durante todo el verano, siendo ese momento cuando más necesita de riego.
Este arbusto crece con mucha rapidez y, en algunos países, esta característica hace que se la considere como una planta invasiva. Puede llegar hasta los 3 metros de altura y puede ser caduca o perenne, dependiendo del clima, pero no resiste las heladas fuertes.
Sus ramas son largas, arqueadas y con hojas verdes terminadas en punta. Las flores son muy pequeñas y se unen en un bellísimo ramillete en forma de racimo de color violeta, blanco o azul. Son ideales para decorar cualquier espacio porque sirven como flor de corte.
A principios de primavera es necesario realizar una poda y luego, al florecer, se puede ir desechando las flores secas (por supuesto utilizándolas en compost) para prolongar el periodo de floración. Esta poda logrará estimular la producción de nuevas flores.
La reproducción se realiza a través de semillas en primavera o esquejes en otoño.
Recuerdo desde muy pequeña ir a la casa de la vecina de mi abuela a buscar flores para llevar al cementerio, entre estas flores, la que más llamaban mi atención era un arbusto de tulipanes y el arbusto de las mariposas, de color violeta, que se llenaba de bellísimas flores violetas, con una fragancia embriagadora. por supuesto, lleno de mariposas todo el tiempo.
Sin embargo, no solamente las mariposas son visitantes frecuentes de la buddleja, sino toda clase de insectos polinizadores.
Un dato curioso: las flores de esta planta se utilizan con propiedades medicinales, por sus efectos antibacteriológicos y antiinflamatorios, y también para evitar el envejecimiento de la piel.
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