La arvejilla o guisante de olor es una enredadera de origen mediterráneo (Italia y Sicilia) que expone todo su esplendor durante los meses de primavera y verano. Es una planta muy noble, ya que requiere pocos cuidados, diría que los básicos, y desprende un perfume exquisito. Su nombre científico es LATHYRUS ODORATUS y es una de las enredaderas ornamentales más elegidas en los jardines, por su rusticidad y gran variedad de colores y especies. Las hay blancas, rosas, azules, lilas, amarillas, bicolores, simples, dobles...
Es una leguminosa anual, que puede alcanzar de dos a tres metros de altura, siempre y cuando se presente el entutorado, aunque también existen variedades enanas que no sobrepasan los 30 centímetros.
Necesita mucha luz, sin embargo crece mejor en lugares de semisombra, siempre al resguardo de un muro o tejido para que pueda ir creciendo, para lo cual se vale de zarcillos que salen de sus ramas. Soporta altas temperaturas mejor que las heladas. Los riegos deben ser moderados, agradece mucho el abono, aunque no es estrictamente necesario si el suelo es fértil y con buen drenaje. Es mejor utilizar compost casero.
Se siembra durante el otoño en semilleros para trasplantar en primavera, es muy fácil de reproducir a partir de semillas. También se puede sembrar al inicio de los primeros días templados, cuando ya van desapareciendo las temperaturas del invierno.
En Argentina, el INTA declara que esta planta puede sembrarse directamente en tierra a partir de abril (mediados de otoño) sin problemas y a plena luz.
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